Sorpresas

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Sorpresas

La vida suele dar sorpresas. O como decía Cantinflas, «hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos». Y si estás listo para recibirlos… es de lo mejor (o de lo peor) que te puede pasar. Las sorpresas de la vida aparecen sin esperarlo y de manera… sorpresiva.

Perdón si el primer párrafo no es elegante. Es el choque de la sorpresa que me tiene anonadado. Si, esperaba noticias similares. Si, esperaba que fueran buenas. Si, confiaba en que pasarían… Pero de repente se presenta un hecho que no sabías cuándo llegaría -si es que llegaría- y, literalmente, te cambia la vida.

Pasar de un escenario terrible a uno positivo en cosa de menos de 24 horas es algo peculiar. De ver que se avecinaba una verdadera tragedia a notar una esperanza. De ver cómo quienes se creían fuertes se vuelven débiles de un momento a otro. De notar lo que podía ser un desastre potencial calmarse súbitamente. Y si, estar lo suficientemente cerca para poder notarlo.

¿Será necesariamente bueno, será posiblemente malo? No sabemos. No ahora. No por ahora. pero simplemente sabemos que las sorpresas llegan y pueden funcionar mejor de lo que pensabas. O ser la base de un cambio más radical. Lo cierto es que hay veces en que haces algo que puede ser muy malo, y la vida, la sorpresiva vida, se encarga de cambiar las cosas. Que sea para bien. Lo que sigue es esperar y estar atentos. Porque la suerte sólo te ayuda si estás listo en cuánto se presenta.

Imagen de hoy drof_naes via Compfight

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