Star Wars VII: Armando la nueva saga (3 y final)

Recreando clásicos -YMCA/Star Wars-

Recreando clásicos -YMCA/Star Wars-

Decíamos en las entradas anteriores (hace dos días y ayer) que el fenómeno Star Wars merece un buen avance en las siguientes trilogías, y que el enfoque de centrarse en Luke, Leia y Han en el episodio VII les parece adecuado a muchos. Otros me comentaron, en función de la entrada de ayer, que era poco verosímil que quedaran comandos imperiales perdidos aquí y allá. La verdad es que pensaba en las tropas japonesas, que no se enteraron del final de la Segunda Guerra y la derrota de Japón -pues habían destruido sus radios- así que pelearon entre 25 y hasta 40 años después de concluida la guerra, básicamente porque no lo sabían. La muerte del Emperador y la destrucción de la Estrella de la Muerte no inhabilitó a todos los batallones de inmediato, suponemos.

Y el hecho de que Luke Skywalker conozca solo una versión del Código Jedi -dado que todos los demás maestros han muerto- induce la propuesta de que, lo que diga, es una creación personal y no «el código» original, lo que puede hacer que todos los que se le opongan se vean como traidores o enemigos. Tampoco es nuevo: le pasó a Buda en el momento en que dejó de predicar tradicionalmente y empezó a instituir una estructura religiosa: hubo quien rechazó que aceptara mujeres monjas -él mismo lo dudó bastante- y quienes señalaron que organizar una «estructura» que «organizara» la búsqueda espiritual era, en si mismo, contrario a la propia búsqueda. Y de entre ellos, hubo quien acusó a su fundador de traicionar sus propias ideas sobre el tema. Terrible el «canibalismo» religioso en ese caso… y base de lo que puede pasar al «restaurar» lo que no se conoce plenamente.

Lo relevante es que es un tema que despierta diversos niveles de interés: hay quien la conoce por «cultura popular» o por sobre exhibición de sus elementos; hay quienes conocen la saga porque han visto las seis películas y les gustan o divierten; hay quienes son fans, han visto varias veces y tienen disfraces, espadas, juguetes o ropa -este es mi grupo- y hay quienes hacen del estudio del más mínimo detalle toda una forma de vida, son los auténticos fans. Y aportar en un mundo de fantasía con tantos adeptos no será tarea fácil para J.J. Abrahams. Añadimos que ha hecho un buen trabajo en la modernización de Star Trek, respetando elementos básicos de la saga sin dejar de aportar su enfoque personal al tema.

Lo cierto es que no es algo menor: En Australia más de 70,000 personas se declararon miembros de la Orden Jedi en el censo de 2001, mientras que 53,000 se apuntaron como Jedi en Nueva Zelanda y 20.000 en Canadá. En Inglaterra y Gales, 390,000 personas (0,7%) señalaron su religión como Jedi en sus formularios del Censo de 2001, haciéndola la cuarta religión mayoritaria del país. Es decir, sea por broma o sea en serio que hayan respondido eso, no es algo menor o desdeñable y, con su visión de un taoismo tecnológico, puede seguir creciendo con relativa facilidad.

Como adeptos a la saga, queremos que la siguiente entrega sea acorde a algo que hemos disfrutado desde la infancia y por casi cuatro décadas. Por ello, les pedimos unirse a la campaña «Dear J.J. Abrahams» que propone cuatro puntos que el nuevo director debe tener en cuenta para que, si la petición reúne un millón de firmas que la saga tenga el esplendor de la original y no los errores de la segunda trilogía, la llevarán a los Estudios Disney buscando que se incorpore. Tiene cuatro ideas de lo que debe hacer el nuevo director para  Aquí, el video de la petición que espero que les guste y se sumen:

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Imagen de hoy Creative Commons License JD Hancock via Compfight. Video por Sincerly Truman desde YouTube.

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