En la entrada «Líderes Poco Éticos» preguntaba sobre tres posibles líderes mundiales. Por supuesto, la descripción de los mismos estaba más centrada en sus rasgos de carácter personales, en su conducta ética y su vida privada, antes que en sus políticas o resultados concretos en la vida pública de sus países.
En sentido estricto, quienes prefieren un líder «ético» o que vive valores seguramente votaron por el segundo hombre en la lista. Algunos me comentaron que «el tercero tiene defectos, pero es el más humano» y al primero lo consideraron «el más extraño y bizarro». Los resultados pueden verlos en la entrada anterior, y van cambiando conforme pasa el tiempo, así que no necesariamente coinciden con lo señalado a continuación. Al corte de los 25 votos, el Líder B obtuvo el triunfo por mayoría con 56% de los votos; el líder C el 28% y el tercer lugar fue para el Líder A, con un pobre 16%
Hoy les podemos comentar un poco más sobre la época y circunstancia en que ocurrieron sus liderazgos. Todos fueron líderes de sus respectivos países durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945, aunque dos murieron durante el conflicto) y sus cualidades personales no necesariamente definieron el resultado de la guerra; a final de cuentas, beber mucho en tiempo de estrés no es necesariamente malo, y serle fiel a su esposa no es determinante de otras cosas más graves.
Líder A.- Consultaba con astrólogos las decisiones de estado. Prefería los curanderos a los médicos. Tenía dos amantes de planta. Su esposa era lesbiana. Fumaba mucho y bebía entre ocho y diez martinis todos los días. Tenía severos problemas de salud que ocultó a los electores. Escogió como su segundo de a bordo a un hombre cuyo mérito era… ser muy discreto y poco conocido. Hablamos de Franklin D. Roosvelt. quien tuvo el 16% de sus votos.
Líder B.- Fue condecorado como héroe de guerra. Era vegetariano. No fumaba e impulsó campañas de salud pública vinculadas con el tabaquismo. Tomaba una cerveza de vez en cuando. Fue fiel a su pareja -luego su esposa- por casi quince años, “en lo próspero y en lo adverso”. Buscaba con ahínco el bienestar de su pueblo. Es Adolf Hitler. Y logró la victoria -por mayoría- al contar con 56% de sus votos.
Líder C.- Perdió varios empleos por su arrogancia. Se sabe que consumió opio con frecuencia en sus épocas de estudiante. Solía dormir hasta el medio día y llegaba a atender reuniones con su personal… en su bañera. Empezaba su día con una copa de coñac como desayuno. Fue un mal alumno y estuvo a punto de ser expulsado. Escribía mucho. Nos referimos a Winston Churchill. 28% de los votos fueron para él.
Sé que muchos se irán de puente, pero también algunos tendrán más tiempo para leer. Seguiremos publicando diariamente, pero haremos una pausa en esta serie, hablamos de otros temas y a partir del lunes analizaremos en paralelo características del liderazgo de Hitler y de Churchill… dos estilos de liderazgo con sus aciertos y errores, pero útiles en el mundo de hoy. Los esperamos aquí, en Dichos y Bichos.
Definitivamente cada uno elige a quien cree que es mejor para él, porque tenemos diferentes párametros de lo que es bueno,, yo me fui por Churchill… y cierto Gonzalo Hitler llegó cuando la primer Guerra Mundial había dejado una Alemania derrotada política y económicamente. Hitler añadio con maestría el elemento del racismo para formar la mezcla explosiva y paranoica, consiguió el apoyo de un ejército herido en su honor, de los industriales que tenian problemas con los sindicatos y el temor a la ideología marxista,Supo sembrar en todos el odio a los judíos, como elemento cohesionador, y proponerles la superioridad de la raza aria como única válida para dominar el mundo…
En fin las apariencias engañan ..definitivo!!.. Excelente ejercicio de opinión @Gjsuap felicidades.. es usted un master =))
Hitler fue un gran politico pero cofundio los judios con los corruptos 🙂
MMM… Creo que más bien su problema fue asumir que "su pueblo" era únicamente una definición sumamente limitada -y racista- del concepto, y no detenerse a contemplar que había límites morales y éticos a lo que se podía hacer y lo que no. El exterminio masivo de personas es, definitivamente, un exceso. Lo cierto es que, en cuanto a virtudes personales suena mejor que los otros. Al menos, porque se refiere a una personalidad "más ordenada". Saludos y gracias por comentar.