Como les comenté el lunes pasado, esta semana fue de sustos y disgustos. De sustos, porque aparentemente y según una prueba rápida me había contagiado de COVID-19. Y de disgustos porque en la familia había mucha molestia: ¿Cómo me había descuidado al grado de contagiarme del virus? Y ¿Por qué…
En la entrada anterior, Gaia: volver al futuro de la política les comentaba que en la clase de Introducción a las Políticas Públicas que dicté en 2009 en el ITAM, utilicé recursos en línea. Y en particular, ahora que lo visité de nuevo, que la pandemia ya se había planteado…
Esta temporada nos está obligando a todos a aprender a adaptarnos al cambio porque las realidades son distintas ahora que la pandemia nos está afectando.
Vaya que la cuarentena por el coronavirus ha sido una temporada de retos constantes. Pero lo peor que podemos hacer es dejarnos capturar por la apatía.