Trump: Arranca sin ovación y con miedo

Trump. Ya empezóAcabo de ver completa la toma de posesión como Presidente de Donald Trump. Es el presidente número 45 de los Estados Unidos de América. En su presentación formal señala lo que le quiere decir a su país sobre lo que debe esperar con él a cargo.

Recuerdo particularmente el primer discurso de Peña Nieto en 2012. Anunció sus diez «decisiones presidenciales» con cierto detalle. Definió algunas políticas fundamentales para lo que sería después su trabajo en el gobierno.

Allí incluyó como la primera el eje de «México en Paz». Esa línea se mantuvo como un eje de trabajo en el Plan Nacional de Desarrollo. Fue la base del Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia. Incluyó también en ese discurso el enfoque del programa «Sin Hambre». Esbozó que se haría una importante Reforma Educativa.

Confesiones de un primer discurso.

Debo confesar que ese fue un discurso que me dio una buena impresión del presidente recién nombrado. Me gustó. Recuerdo que lo vi en la Feria del Libro de Guadalajara. La gente estaba animada. Aunque la ejecución de las políticas tarda cierto tiempo. Me pareció correcto. Un buen enfoque, un buen mensaje, esperanza para la población.

Arrancó el gobierno haciendo mucho de lo que había propuesto. Un buen trabajo. Luego… se descompuso todo. La corrupción. El escándalo de la Casa Blanca. El mal manejo del caso Ayotzinapa. El encubrimiento y fuga de Javier Duarte. La desaparición para efectos prácticos del PRONAPRED y del SIN HAMBRE… el abandono de todo y el 12% de aprobación. Una debacle. Pero no se veía en ese primer discurso.

El discurso de Donald Trump.

En contraste, el discurso de Donald Trump me pareció bastante vago. Escrito con frases más cercanas a una campaña genérica que a una toma de Posesión.

Quiero enfatizar que no me quedé con lo que dijeron los medios. Vi el discurso completo, íntegro y sin traducción. Entre otras cosas me llamó la atención lo poco que le aplaudieron en general. Recibió ovaciones moderadas en algunas menciones. Cuando cerraba con frases de su campaña cómo lo de «hacer grande a América otra vez» o cuando hablaba de Dios. Pero en general fue un discurso poco aplaudido.

Fue escrito de una manera muy confusa. Parecía difícil encontrar las propuestas. Saltaba de tema a tema. Usó muchas «banderillas» y «muletillas».

Aún así, quedaron claras cinco cosas. Que en América será primero el pueblo, que éste será beneficiario de su gobierno y no al revés. Acosará a los políticos tradicionales. Dijo que procurará crear empleos, particularmente dónde se han perdido. Que propiamente abandonará el libre comercio para cerrarse y adoptar un modelo proteccionista. Y que perseguirá a muerte al «Islamismo radical», hasta aniquilarlo.

Las falsas buenas noticias de Trump

Pueden ser buenas noticias para muchos americanos. Para los que han perdido su trabajo a raíz de la apertura comercial. Pero serán pésimas noticias para el resto del mundo. Y también para los propios consumidores de Estados Unidos. Es decir pueden conseguir productos baratos gracias a las importaciones subsidiadas. Productos de bajo coste en electrónica, automotrices e incluso alimentos. Reciben subsidios del resto del mundo no en forma de pagos directos. Sus precios son bajos porque utilizan «precios mentirosos». Por ejemplo, usan trabajadores en México que ganan la octava parte de lo que ganan en Estados Unidos.

Parte de los beneficios de crear más trabajos vendrán de las utilidades de las empresas. Pero la gran mayoría sin duda vendrá del bolsillo de otros consumidores. No dudo que tenga un gran efecto inicial a favor de los trabajadores. Pero que estoy seguro que pronto repercutirá en mayor inflación y desasosiego. Cuándo se vea que fallan las acciones del nuevo presidente. Que ni así lograrán obtener o mantener el número de empleos que se requieren… a menos que acepten bajar los sueldos y quitar prestaciones.

Me preocupa que ha declarado una guerra directa, total y de exterminio al «extremismo islámico». No porque no merezca un freno. Sino porque es muy difícil definir qué es eso. Perseguirlo no será fácil. Causará un mayor número de ataques en su propio territorio. Un eje central del extremismo islámico es que hay que matar a los infieles. Y quién muere en esa guerra es un mártir. Un santo con mayores beneficios que los que puede tener incluso estando vivo. Decir que los va a perseguir hasta aniquilarlos aumenta la intensidad de sus adeptos. Habrá más personas dispuesto a sacrificarse por su modelo. Así que no auguro cosas buenas para esta nueva etapa; espero equivocarme.

Una idea para copiarle.

Hay una idea que me gustaría rescatar del discurso. Si ellos solo van a «comprar americano y contratar americano», creo que debemos hacer algo similar. Debemos empezar nosotros a contratar solo mexicano y comprar solo mexicano. Dejar de comprar a cadenas de origen americano -como WalMart y SEARS- y comprar a pequeños negocios. Sustituir sus productos -incluido Ford y General Motors- por marcas que nos aceptan. Más Nissan y Volkswagen y menos Chrysler o Jeep. Y no porque sean malos: simplemente como dijo Trump «porque cada nación debe pensar primero en sí misma». Hay que tomarle la palabra…

Acá les dejo el mensaje íntegro.

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Imagen de hoy: Creative Commons License Max Goldberg via Compfight y YouTube.

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