Pues la verdad no me lo esperaba, pero este fin de semana me tocará volver a la escuela… otra vez. Y lo novedoso -para mi- es que será ahora como alumno. Digo que «novedoso» porque hace más de una década que no tomo un curso o taller por el gusto de tomarlo y por algo no vinculado a mi trabajo.
O tal vez si: iré a un taller de edición conocido como «Kill Your Darlings«. Lo dará Diego Fonseca, discípulo de Gabriel García Marquez y quien imparte talleres y cursos de esos temas en distintas universidades de todo el continente y en particular en la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, la escuela fundada por el Nobel colombiano.
Volver a leer mis textos.
Si, me gusta mucho escribir. Hoy puedo decirles que es mi trabajo de tiempo completo. A veces en el blog. A veces para libros, conferencias, otros textos. Para columnas de periódico. Y para mis novelas. Porque ya no puedo decir que es «mi novela»: ya son varias. Entre edición, revisión y diseño hay cuatro en el proceso actualmente, más la ya publicada «Clara Sandra solía soñar«. Nada mal.
Si, muchos ya saben que pueden ver, además de Dichos y Bichos, mi página de autor ya sea en el blog http://autor.gjsuap.com la que incluye todos mis textos en todas las presentaciones disponibles, o directamente en mi página de autor en Amazon, en http://www.amazon.com/author/gjsuap.
Pero lo que pocos saben es que la edición es la parte de este proceso que más trabajo me cuesta. Y no por otra cosa: mis borradores son «casi» exactos respecto a lo que quería decir. Por lo general, una pasada y listo: algún error de dedo, alguna palabra repetida muy cerca de la original… y ya está.
Muchos saben que tengo tres influencias que me gustan: Isaac Asimov, Ray Bradbury y Ernest Hemingway. El primero decía «escribe como hablas, porque si escribes como hablas escribirás más rápido y mejor». Y dictaba hasta dieciséis horas diarias a su equipo de ocho secretarias, por lo que pudo hacer casi 600 libros en 9 de las 10 categorías del catálogo Dewey. Ray Bradbury tenía un ejercicio creativo y escribía en lo que llamaba «el Zen», aunque descubrió el concepto oriental casi veinte años después de empezar a utilizarlo. Y Hemingway tiene un estilo breve, con pocos adjetivos y los que usa bien empleados. Al famoso chiste de «¿Por qué la gallina cruzó el camino?» Hemingway diría: «Para morir. Bajo la lluvia». Además, claro, de su frase «escribe ebrio, edita sobrio». Y ya.
Entonces, esta oportunidad de tomar un taller de edición me invitará a leer mis trabajos y comentarlos con otros 9 colegas de todo América Latina y el profesor, famoso por haber sido editor de AmericaEconomía entre otras revistas y a quien le precede una fama de riguroso y perfeccionista.
Veremos que pasa al volver.
En fin. Lo comento porque, si bien estoy nervioso, estoy esperanzado. Confío que a partir del lunes vean una mejora en mi estilo literario. Y que muy pronto puedan ver uno, dos, cinco, diez libros más, cada uno más interesante y mejor que el anterior.
Por lo pronto, perdón si no los atiendo en redes sociales o por correo con la rapidez que acostumbro, pero.. ¿Qué creen? Es que por fin volveré a la escuela, como alumno.
Imagen de hoy Fabrice Florin via Compfight
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