¿Y si no…?

¡Qué suerte!

¡Qué suerte!

En una entrada anterior comentamos la diferencia entre el Melate y la Lotería Nacional, que entre otras cosas radica en su antigüedad, su sentido de pertenencia a la nación, la tecnología que utilizan para el sorteo, el tipo de servicio social que prestan. Creo que quedó muy claro que mi preferida es la bicentenaria institución, que es realmente una de las más viejas instituciones del país que sigue operando. Tal vez sólo le gana la cinco veces centenaria Iglesia Católica en cuanto a instituciones formales de la época colonial que sigue operando. La Real y Pontificia Universidad también es de esas épocas, pero fue cerrada y reabierta, por lo que no goza de la continuidad que alimenta a la Lotería. Me preocupa escuchar que piensan clausurarla. Creo que es momento de revalorarla aún más y de salvarla. Por ello y porque a nadie le cae más ganar unos pesos extra es que procuro jugar Lotería al menos una vez a la quincena, así sea con un cachito, y he ido a ver varios sorteos a su magno salón principal, la más reciente un domingo en la noche. Ese día ganamos un premio con un billete comprado afuera; los hijos tenían curiosidad de ver un sorteo… y ni siquiera nos quedamos a verlo todo porque les dio flojera. Pero un par de días después… de entre los muchos premios menores y reintegros que he ganado en la vida, ocurrió que por primera vez tuve que ir a la ventanilla a cobrar un premio; suficiente para pagar algunas deudas y organizar el cumpleaños de mi hija con cierto lujo (una gran fiesta de disfraces, con salón y toda la cosa… por menos de $100 de gasto inicial). Y, por supuesto, se lo ganó ella con su suerte: fue quien escogió el boleto premiado.

Ahora, no es el único triunfo que la benemérita Lotería Nacional para la Asistencia Pública me ha prodigado. Debe ser muy padre encontrarse que de pronto tienes más de $4,000 pesos extra en la bolsa. En realidad un poco más, veamos: los montos de los premios de un listado de lotería (como el de la foto) ya están desagregados por series (es decir, el premio de este sorteo es de 15 millones en dos series; el premio mayor es de 7.5 millones en cada una de las series. Si fuera en tres series, serían 5 millones en cada una). Así que si dice «$30,000» es que son $30,000 para el billete ganador. Ahora, el billete está compuesto de 20 vigésimos o «cachitos», cada uno con un costo de $30 para este sorteo. Es decir, el billete completo cuesta $600 y es una planilla grande grande. Pero un vigésimo cuesta $30, y da derecho a ganar la vigésima parte del premio, en el caso que nos ocupa, $30,000/20 = $1,500 para cada cachito. Nada mal.

Por supuesto, que todo ingreso causa impuestos, y particularmente si es un ingreso grande, como es un premio de lotería. Anteriormente llegaba a ser el 21% del total, pero se bajó al 7% del monto del premio si no excede los $100,000, eso con el ánimo de ayudar a la bicentenaria institución a recuperar sus glorias pasadas y poder aumentar sus ventas. Total, que de $30,000 se retienen $2,100 de impuestos y quedan por repartir unos $1,395 pesos a cada cachito. Con 3 cachitos jugados (para que el costo de los cachitos sean menos de $100, una apuesta quincenal bastante conservadora) estamos hablando de unos $4,185 pesos. Poco más de cuatro mil pesos de ganancia (una vez recuperados los $90 de la apuesta inicial).

Con $4,000 perfectamente se pagan un par de semanas de supermercado o un par de noches de hotel, o un boleto de avión… o muchas cosas más, incluyendo (¿Por qué no?) un billete entero para el sorteo del martes por tan solo 400 pesitos, esto es, menos del diez por ciento. Por supuesto, una buena comida con los amigos para festejar la suerte, esa a la que en Carmina Burana se le canta así:

O fortuna
Velut luna
Statu variabilis,
Semper crescis
Aut decrescis;
Vita detestabilis
Nunc obdurat
Et tunc curat
Ludo mentis aciem,
Egestatem,
Potestatem
Dissolvit ut glaciem.

O bien, para los que no cantan en latín, pueden recitar en español:

O Fortuna,
como la luna
cambiante,
siempre creciendo
y decreciendo;
detestable vida
primero oprimes
y luego alivias
a tu antojo;
pobreza
y poder
derrites como el hielo.

Por supuesto, y ya que si de citas hablamos, no podemos olvidar La Suave Patria de Ramón López Velarde en dónde dice:

Como la sota moza, Patria mía,
en piso de metal, vives al día,
de milagros, como la Lotería.

En fin. Sólo podemos terminar esta Oda a la Lotería diciendo… «¿Y si no…?» e invitándolos a ver, a detalle nuevamente, la imagen de la foto superior. Si, chéquenla bien y luego recuerden aquel cuento de la lechera que va al mercado pensando vender su cubeta de leche y terminando casada por su buena fortuna… Como quien esto escribe, que re-checó el listado después de asumir que tenía $4000 más esta semana. No, ni reintegro sacó el billetito. El premio principal fue para el 08616, vendidos en Veracruz y Yucatán, y el segundo premio para el 09312, vendido en San Luis Potosí y Veracruz. Reintegros para billetes terminados en seis y dos (y yo traía en cuatro). De cualquier modo, 12,896 números tuvieron premio de 60,000 que jugaron. Esto es, el 21% de todos los números ganaron algo. Uno en cinco, no es tan mala como probabilidad de triunfo en un juego de azar (en el Melate es de uno en millones, como hemos comentado antes). En fin. ¡Si tan sólo hubiera sido «34» y no «24»…!

Y ya  lo saben: Jueguen lotería de cuando en cuando, ayuden a la ancianita que la vende y a la Anciana Institución que la ofrece… pero no dejen de trabajar para forjarse un destino. Recuerden que el sorteo más fácil de ganar -y el más barato- es el de los miércoles, el Gordito ya que se juega por terminaciones; el más complicado, el Zodiaco de los domingos, ya que hay que atinar el signo zodiacal (1 de 12) y cuatro dígitos, por lo que la probabilidad de ganar es de 1/120,000.  Y si sí ganan… no dejen de invitarnos a algo…

4 comentarios

  1. Y si no pagas no ganas.!! jajajaj.! Saludos y felicidades por tu sitio.!!

  2. Pero compren de vez en cuando melate, por que luego se quejan y no ganan nada por que no compran, en el sitio Melate pueden encontrar buenos tips.

    El Melate y la Lotería es un impuesto voluntario a la ilusión =D

    • Cierto: Hay quien dice que «es el impuesto a la estupidez: entre más estúpido eres, más pagas». Pero… ¿Qué tal cuándo ganas? Saludos.

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