El Profeta: Poesía en el cine

El Profeta de Gibrán.

El Profeta de Gibrán.

De dos maneras debemos enteder «El Profeta» como «poesía en el cine». En un sentido, porque la historia que nos narra esta película está basada en el libro «El Profeta» de Gibrán Jilal Gibrán (o Khalil Gibrán). y en otro porque las animaciones que incorpora son, en si mismas, una poesía en imagen.

Debo confesarles que al menos dos pasajes me hicieron llorar, no sólo por el magnífico texto del poeta libanés, sino por las imágenes que hicieron para acompañarlas. En verdad es un esfuerzo cinematográfico que vale la pena ver.

En parte, porque reúne cortos de distintos animadores con técnicas muy diferentes: incluyendo pintura al óleo, con lápiz de colores, con gises, con sombras hindús o, como la mayor parte de la película, en acuarela. La belleza de las imágenes es por si misma un logro.

El profeta: el libro y la película.

Gibran Jalil Gibrán fue un  poeta y artista plástico libanés que vivió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Su libro «El profeta» es una poesía en prosa en la que un profeta va a abandonar el pueblo dónde ha vivido poco antes de morir, y las personas le piden que hable de distintos temas: el amor, el matrimonio, los hijos, el dar, el comer y el beber, el trabajo, la alegría y el dolor, las casas, el vestir, el comprar y el vender, el crimen y el castigo, las leyes, la libertad, la razón y la pasión, el dolor, el conocimiento, el enseñar, la amistad, el hablar, el tiempo, lo bueno y lo malo, la oración el placer, la belleza, la religión, y la muerte. En esos diálogos con la gente hace reflexiones muy profundas de forma muy sencilla.

En la adaptación al cine, el profeta Mustafá ha sido preso de un régimen despótico -aparentemente del Imperio Otomano- y tras siete años de prisión será liberado, a condición de que se exilie para siempre de esas tierras. En el camino entre la cárcel y el barco, habla con el pueblo con algunos de los poemas del libro, lo que da pie a animaciones «fuera de la historia» y que mezclan distintas técnicas, algunas de ellas incluso como canciones o como poemas musicalizados. Pero la autoridad teme que, con esas charlas, vuelva a encender la rebelión de la que se le acusa, por lo que deciden encarcelarlo.

Una niña problema, Alita, quien no ha hablado desde la muerte de su padre dos años atrás y cuya única compañía es una gaviota, cómplice y compañera de juegos, es hija de la mujer de limpieza de la cárcel, quien a la salida del preso queda sin trabajo. Alita descubre la poesía de Mustafá y descubre que hay un lugar para ella en el mundo.

Esta película ha recibido múltiples premios y fue postulada al Óscar -aunque no fue nominada-. Cuenta, entre otros, con la coproducción de Salma Hayek-Pinaud. El mensaje es sumamente positivo y la poesía de Gibrán con esas imágenes magníficas es algo que toca el alma.

Incluso mi hijo Gonzalo, quien aceptó verla tras mostrarle los cortos, la disfrutó mucho, aunque dijo que «con menos canciones sería mejor». Esto porque las poesías cantadas no se tradujeron y no les entedía, «aunque los dibujos están muy padres Papá». Y ahora se refiere a sí mismo como «mi flecha» y dice que yo soy «su arco». Y eso por una de las mejores secuencias de la película, basada en uno de los mejores textos del libro «El Profeta».

Los Hijos.

Sin duda uno de los mejores textos -y de las mejores secuencias de la película- es el texto sobre Los Hijos, que les comparto aquí:

Y una mujer que abrazaba a un bebé contra el pecho dijo, «Háblenos de los Hijos».
Y él dijo:
Sus hijos no son suyos.
Son los hijos del anhelo de la Vida de sí misma.
Vienen por ustedes pero no de ustedes,
Y aunque están con ustedes, ustedes no los poseen.
Pueden darles su amor pero no sus pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Ustedes pueden alojar sus cuerpos pero no sus almas.
Porque sus almas viven en la casa del día que viene, la cual ustedes no pueden visitar, ni siquiera en los sueños.
Ustedes pueden esforzarse por ser como ellos, pero no se esfuercen para que ellos sean como ustedes.
Porque la vida no va atrás ni se demora con el ayer.
Ustedes son los arcos de los cuales sus hijos como flechas vivas son enviados.
El arquero ve el blanco en el paso del infinito, y Él los dobla a ustedes con su fuerza para que sus flechas vayan rápidamente y lejos.
Que su torción en la mano del arquero sea por alegría;
Porque mientras Él ama a la flecha que vuela, también ama el arco que es estable.

Vayan ¡Ya!

Mi recomendación, pues, es que se apuren a verla. Y digo eso porque, en mi caso, descubrí que sólo había una función al día en la zona de la ciudad en que vivo -a pesar de tener cerca casi seis cines de Cinépolis, que es también la distribuidora de la película-. Además, en matiné (a las 12 del día). Y a pesar de ser sábado, éramos apenas doce personas en la sala. Temo que dure muy poco en cartelera, pues estrenó el 22 de enero, ya casi va de salida y no hay que perdérsela.

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Imagen de hoy Valentina_A via Compfighty corto desde YouTube.

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