Estoy en esas alturas del proyecto autoral del mes, en que las dificultades se amontonan porque ya estamos a nada de acabrlo… y no estoy seguro de cómo.
En este mes de la paria, es menester recordar que los héroes patrios fueron personas de carne y hueso, con emociones y afectos y no entes míticos de mármol.
Gracias a mi amiga y lectora Karina Banda, la semana pasada estuve en Aguascalientes en talleres, asesorías y presentamos El tesoro de Cuauhtémoc en público.