Noviembre… ¡Qué mes! Y ya acabó.

Noviembre...

Noviembre…

En un año en que no todo ha salido como se planeaba, el mes de noviembre fue particularmente contrario a lo previsto.

Empezando con el robo que me quitó la computadora. Luego, todo lo que tuve que hacer para reponerla. Conseguir  ropa y todo lo demás. Los avances en la dieta. Un proyecto nuevo para un cliente que me ha tenido bastante más ocupado de lo que había considerado y otros proyectos que no pudieron avanzar por lo mismo…

La verdad es que no fue el mes que esperaba

Noviembre, pese a todo.

Sin embargo, tampoco fue el año que yo esperaba. Aunque trae muy buenas sorpresas y buenos resultados también. Definitivamente no lo planee así.

El balance es positivo, pero me recuerda mucho aquel célebre comentario. «Cuéntale a Dios tus planes para que se ría de ellos».

A veces planeas hacer algo de una manera y no ocurre así. Pero si dejas fluir y te adaptas, verás que las cosas salen mejor de lo que esperabas. En el plan B, porque evidentemente el Plan A no ocurrió.

Ya saben: lo más complicado fue, sin duda, el NaNoWriMo. A lo más pude llegar a 25,000 palabras, y no de la mejor calidad. También Dichos y Bichos padeció de falta de actualizaciones… Y les consta.

Lo curioso es que cuándo me ponía rebelde, las cosas se complicaban mucho mas de lo que creía.

Les dejo el consejo que a veces muy a veces la solución está en dejar fluir. No con oponerte de más sino al dejar que las cosas pasen cómo tienen que pasar. Aunque no sea  como los habías planeado hacer.

De repente los resultados te pueden sorprender. Tal vez no era lo que tenías pensado, pero los resultados son igual o mejor de lo que esperabas.

A veces hay que dejar correr la vida como es y no como quieres que sea.

Imagen de hoy claudiolobos 

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