Verdad. Los hará libres, pero mientras…

Verdad... ¿o no?

Verdad… ¿o no?

Sin duda, una de las frases claves del Nuevo Testamento es la que se atribuye a Jesús en Juan 8:32 «… y conoceréis la verdad. Y la Verdad os hará libres». La fuerza de la frase radica en su empuje y contundencia. La verdad nos hará libres.

¿Secretos escondidos? Te harán temer y detenerte constantemente al hablar. ¿Contaste mentiras? Recordar qué le dijiste a quién en qué momento, te hará estar siempre a la defensiva. ¿Callarte cosas importantes? Bueno, ciertamente no ayudan a comunicarte mejor.

Pero hay un matiz importante. En el proceso de lograr que «la verdad nos haga libres», es necesario hacer cosas que no nos gustan o que dan miedo. Enfrentar a alguien. Poner límites, Decir cosas, Vencer los miedos. Nunca es fácil, y tal vez por eso cuesta tanto trabajo hacerlo.

Verdad, si… pero mientras…

Este año me ha enseñado -de la forma más complicada a ratos, pero válida- que enfrentar temas graves con la verdad es la mejor manera de poder resolver problemas. Y no porque dijera mentiras: simplemente, había temas a los que prefería no confrontar para evitar conflictos.

Y si, a l o largo del tiempo eso ha mostrado que no resuelve los problemas, no calma las cosas y tampoco ayuda a vivir más tranquilo. Si, la alternativa nunca es fácil. Pero desde poder hacer cosas como tomar verdaderas vacaciones -como les comenté en la primera entrada del año- hasta decir cosas que por mucho tiempo había callado, creo que he avanzado.

En más de un sentido, son apenas pequeños pasos en la dirección correcta. Pero parafraseando a Neil Armstrong, son grandes saltos. No necesariamente para la humanidad, sino para mi humanidad.

Es cierto: lo más difícil de estas verdades fue tener que tomar el valor suficiente para afrontar las consecuencias de hablar, actuar y hacer cosas de manera distinta a lo que había hecho antes. De cambiar formas de pensar y de ser. Tampoco es que se requirieran grandes cambios: si sabes que algo no funciona, intenta hacerlo de formas diferentes.

Eso no implica que todo ha sido perfecto, o que los temas están resueltos o que mejoraron un poco. Algunos dejaron sensaciones agridulces. Otros, avanzaron pero poco. Sin embargo, es cierto: la verdad nos hará libres. Inténtelo estos días y me comentan lo que pasa. A mí me ha funcionado.

Imagen de hoy Kasansass (bichocreativo) 

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